La
psicología del nazismo
En
este capítulo el autor nos habla de diversos factores, estos son: el económico,
la psicología en cuanto a la comprensión del nazismo y Hitler considerado un
neurótico (Una variedad de la psiquiatría).
Principalmente
el nazismo constituye un problema psicológico, el cual se encuentra influido en
gran medida por causas socio-económicas. En los inicios, el nazismo fue
aceptado por la población alemana sin presentar mucha resistencia, e incluso
llegaron a sentir admiración ya que después de graves daños socio-económicos se
ve al nazismo como una posible solución ya que hay cambios muy radicales en la
estructura del sistema. En la posición económica se da un gran respeto y
autoridad. Esto sucede antes de la 1º Guerra Mundial. Con la crisis posbélica y
el Crack de 1929, todo esto cambia. En el período posbélico se produjo una
quiebra en el sistema económico sobre todo en la clase media. La esencia del
carácter autoritario es descrita como la presencia simultánea de tendencias
impulsivas sádicas y masoquistas.
En
cuanto a Hitler amaba y odiaba al pueblo alemán. Para Hitler, el pueblo alemán
es el bueno y los otros, son los sádicos y brutos. Los judíos, comunistas y los
franceses eran su principal objetivo. El amor al poderoso y el odio al débil,
son características básicas de la acción hitleriana. La política de Hitler
estaba destinada a crear el odio y no la amistad. En esta existe el deseo de
someterse a un poder de fuerza abrumadora, de aniquilar a su propio yo, del
mismo modo que existe el deseo de ejercer poder sobre personas que carecen de
él. La simbología hitleriana tiene un grandísimo papel, en todo lo relacionado
con Dios, la divinidad en general, la fuerza, la valentía, etc. La función de
una ideología y práctica autoritarias puede compararse a la función que llevan
a cabo los sistemas neuróticos. Se dan situaciones insoportables, que no
contribuyen a mejorar la situación de felicidad de la persona.
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